Testimonio de vida en la Misión Santa Teresita, por Andrea Huaranga, 5to A
El año pasado tuve la mejor experiencia de mi vida, esta fue la Misión Santa Teresita. Fue la mejor decisión que tomé y de la cual no me arrepiento. En la Misión pude aprender lo que es ser feliz con cosas simples como un abrazo o una sonrisa. El ir a jugar con los niños los cuales no esperan nada a cambio, o bailar o cantar con los adultos mayores, son cosas las cuales te llenan, y que nunca piensas que harás, pero cuando lo haces cambian tu vida. Por ejemplo, yo nunca pensé poder estar al frente de muchos niños cantando y bailando, pero lo hice y no importó si los demás me estaban viendo ya que yo solo quería que esos niños sigan con esa sonrisa la cual iluminaba toda la ciudad.
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