La ceremonia de la entrega de los Laureles Carmelitas es una de las fechas más especiales para nuestro colegio porque se reconoce el carisma personal de nuestros estudiantes que han destacado por llevar una vida entregada a los demás.
Estos Laureles están simbolizados por la Corona, la Montaña, la Espada y la Estrella Carmelitas.
Los premiados con el Laurel Corona han destacado por su vocación de servicio, su autenticidad y sensibilidad a las necesidades de sus hermanos.
Los estudiantes reconocido por el Laurel Montaña son perseverantes, valientes, esforzados y capacidad de servicio diaria.
El Laurel Espada es entregado a los alumnos que han destacado por su sed de justicia y buscar siempre lo mejor para todos. Buscando siempre hacer la voluntad del Señor.
La alegría es lo que caracteriza a los estudiantes que reciben el Laurel Estrella, ellos son personas que contagian su alegría a los demás por la confianza que tienen en Dios.
En la ceremonia se agradeció y reconoció a los compañeros que apoyaron la labor de pastoral en el colegio, dedicando su tiempo y oraciones en favor de sus hermanos y por la obra de Dios.
Uno de los momentos más emocionantes fue reconocer a nuestras compañeras que han cumplido años de servicio en nuestra institución. Inés Lazo Olivera es nuestra bibliotecóloga, quien ha dedicado todos estos años en organizar y tener una biblioteca ordenada. Y María Eva Cortés Neira, nuestra campeona profesora de educación física.
En esta noche no podía faltar el reconocimiento al profesor Carlos Medina Vera, quien este año alcanzó el premio internacional de “El Mejor Maestro” en el JA Latinoamerica.
Nuestra querida Miss Norma Soberón Calero, directora del colegio, recibió palabras de agradecimiento por sus 40 años de servicio a nuestra institución. Una sentida semblanza, a cargo de Miss Rosa Ana Dongo, nos dio a conocer la historia de su paso por las aulas hasta llegar a ser nuestra directora. Felicitaciones Miss Norma, y muchas gracias por su vocación de servicio a sus estudiantes y compañeros de labores.
Los laureados de la Promoción LIV se despidieron del colegio con un merecido reconocimiento por una vida viviendo los valores Carmelitas de Oración, Fraternidad y Servicio.
