Mi experiencia en Cenit Santa Margarita

Por Pierina Piccetti Díaz, 5to D. 

La primera vez que supe de qué se trataba el modelo Cenit me asusté, a pesar de ser
alguien muy sociable la idea de hablar en frente de tantas personas me ponía nerviosa,
especialmente de temas que sentía que todos podrían conocer mejor que yo, pero luego de
prepararme con los demás seleccionados (quienes se convertirían en personas especiales
para mi), llegó el primer día del Modelo Cenit… Desde allí, siento que todo pasó demasiado
rápido, pero fue sin duda algo que recordaré siempre.
El trayecto de ida fue un ‘’menjunje’’ de emociones, tanto mis amigos como yo nos
sentíamos emocionados de conocer gente nueva, de vivir nuevas experiencias, pero
también nos sentíamos nerviosos, lo que me parece normal a nuestra edad, y que gracias a
esa semana aprendimos a manejar de mejor manera. Esa fue una de las cosas que más
rescato del modelo Cenit; me dio un espacio en donde pude encontrar a personas con mis
mismos temores.
El tema de este año fue la Participación y los Valores Ciudadanos. Si bien es un tema que
yo manejo, el compartir mis ideas con otras personas, cada una con distintas perspectivas y
realidades, me ayudó a comprender mejor mi opinión y la de los demás.
A lo largo de la semana me di cuenta de que hablar en público se me daba bien y que
improvisar es sencillo si dices lo que realmente sientes sobre el tema o si hallas cómo darle
“tu toque”. También noté que naturalmente me gustaba liderar, no mandar, sino dirigir a mi
grupo para ayudarnos y organizarnos mejor para dar una buena exposición. Me sorprendió
ver que cuando hablaba todos hacían silencio y me escuchaban como si estuviera a cargo
del grupo. Es por eso que este tipo de coloquios me parecen cruciales para que nuestra
sociedad, no sólo limeña sino del mundo, progrese cada vez más. Creo que espacios como
el que brinda el Cenit nos dan la oportunidad de reforzar nuestras creencias y habilidades.
Lo cual nos brinda más confianza en nosotros mismos y a su vez nos convierte en fuente de
inspiración para otros. Es importante participar en temas de política aún siendo jóvenes,
pues eventualmente tendremos que tomar decisiones como ciudadanos.
Nuestra participación incluía presentar una danza típica de nuestro país, así que nos
decidimos por una valicha. Recuerdo que los ensayos eran divertidos y a la vez
preocupantes porque ninguno de nosotros era bailarín profesional. Pero al final, al público le
gustó nuestra coreografía y nos acompañaron con las palmas. A pesar de los nervios creo
que todos disfrutamos del momento. También participamos de una muestra gastronómica,
así que nos pusimos de acuerdo y cada uno aportó con algo; ya sea con la comida, como
con la decoración o la organización al momento de armar la mesa. Fue interesante ver las
reacciones de las personas de otros países a la hora de probar lo que habíamos llevado.
Mi mensaje para las siguientes delegaciones es que disfruten cada día. No tengan miedo de
equivocarse en cualquier ámbito, ya sea al momento de presentar o al socializar.
Arriésguense y no duden de sus ideales nunca.

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